Caballa

Caballa

Caballa

Atlantic mackerel

Scomber scombrus

Descripción

 

La caballa (Scomber scombrus), también llamada caballa del Atlántico, pertenece a la familia de los escómbridos. Es un pez de cuerpo alargado y redondo (robusto), hocico puntiagudo y pedúnculo caudal delgado. Ojos grandes, con borde anterior y posterior recubiertos por una membrana o párpado adiposo, bien desarrollado y visible, y cavidad ocular rodeada de un anillo óseo cerrado. Dos aletas dorsales bastante separadas. Dos pequeñas carenas o quillas a cada lado del pedúnculo o eje caudal, cola profundamente horquillada con cinco pínulas dorsales y anales muy características. Dorso azul verdoso de líneas transversales sombreadas (atigrada), azulnegro en la parte superior de la cabeza, costados metalizados y vientre blanco, sin manchas. Boca ancha, de mandíbulas no extensibles, con filas o hileras de dientecillos cónicos. Cuerpo cubierto enteramente de escamas muy pequeñas. Aletas grises y pectorales con base oscura.

Hábitat y pesca

Es un pez gregario, rápido nadador por su cuerpo hidrodinámico, migratorio, que a veces puede aparecer mezclado con arenques y sardinas. Abunda en aguas frías (atlánticas), y es un asiduo visitante de nuestras costas del norte en primavera. Este pelágico vive siempre en medias aguas, a unos 250 m, subiendo a la superficie frecuentemente para cazar. En invierno se dirigen a zonas más profundas, donde se mantienen junto al fondo; para realizar largas migraciones transoceánicas en primavera y verano, formando grandes bancos uniformes hacia capas más superficiales, que es donde se captura. Por este motivo, la temporada de la caballa está más acentuada entre los meses de febrero y mayo. Muy voraz, se alimenta abundantemente de pescado menudo como sardinillas, boquerones y espadines. Alcanza la madurez sexual a los dos o tres años de vida, cuando tiene una longitud de unos 30 cm. Longevidad pronunciada, nueve años por término medio, edad a la que puede alcanzar el tamaño máximo biológico de unos 50 cm.

Porción comestible

60 gramos por cada 100 gramos de producto fresco.

Fuente de nutrientes y sustancias no nutritivas

Proteínas, ácidos grasos omega 3, selenio, fósforo, vitamina B12, B6, niacina y vitamina D.

Valoración nutricional

Dado su contenido lipídico (10 g por 100 de porción comestible) se puede clasificar como pescado graso, y además con gran interés nutricional, dentro de este grupo, dada su composición, especialmente la de su grasa —con un gran aporte en ácidos grasos omega 3. Estos contribuyen a disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos plasmáticos y además aumentan la fluidez de la sangre, lo que previene la formación de coágulos o trombos.

Respecto al contenido en minerales, sobresalen los aportes de selenio y fósforo —que alcanzan alrededor del 50% de las ingestas diarias recomendadas (IR) para estos nutrientes—; y en menor cantidad —10 ó 12% de las IR/día—, los de potasio, hierro y magnesio.

El contenido en vitaminas de una ración de caballa es, para la vitamina B12, seis veces superior a su IR/día para el grupo poblacional descrito; y superior al 100% para la vitamina D. Los aportes de niacina y vitamina B6 oscilan alrededor del 50% de las IR/día; algo inferiores son los de riboflavina; y en último lugar, los de vitamina E.

En general, la caballa es un pescado popular y relativamente asequible, con un alto valor nutricional, probablemente uno de los mayores, siendo muy recomendable para cualquier tipo de dieta, si bien por su alto contenido en grasa, resulta de digestión algo más difícil para personas con problemas digestivos.

 

Composición nutricional

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