Dátil
Dátil
Date
Phoenix dactylifera L.
Descripción
Phoenix dactylifera L., la palma datilera o palmera real, es una de las más notables especies del género Phoenix —familia de las arecáceas—, que cuenta con otras quince, distribuidas desde Canarias, pasando por el norte de África y el Sur de Asia, hasta el Extremo Oriente. Es una palmera dioica de tronco único o ramificado en su base, de 20 m de altura y 3 a 4 dm de anchura, cubierto con los restos de las hojas viejas; hojas pinnadas, de 6 a 7 m de longitud, con foliolos de unos 45 cm, de color glauco; inflorescencia muy ramificada naciendo de entre las hojas; flores masculinas de color crema, y femeninas amarillas; y frutos oblongo-ovoides, de 3 a 9 cm de longitud, de color naranja, cáscara lisa y con pulpa carnosa y dulce.
Origen
, ya que se podía sobrevivir viajando por el desierto con un puñado de dátiles. Estos frutos llegaron a América durante la colonización con las migraciones españolas.
El dátil no es una fruta desecada a pesar de tener una consistencia y un aspecto parecido. Este fruto no se deja desecar después de su recolección, sino que se seca al sol en el mismo árbol y después se recolecta. Entre los más comercializados se encuentra el dátil tunecino Deglet Noor, «dátil de la luz», de piel lisa y brillante, considerado el mejor de todos; el dátil Medjool, de piel arrugada y textura parecida a la de un caramelo toffee.
Los dátiles que se cultivan en Elche (Alicante) también gozan de una calidad excelente. Estacionalidad Las datileras dan su fruto en diciembre, si bien hoy día, los dátiles se pueden encontrar en el mercado en cualquier época del año.
Porción comestible
86 gramos por cada 100 gramos de dátiles secos con huesos.
Fuente de nutrientes y sustancias no nutritivas
Hidratos de carbono.
Valoración nutricional
Los dátiles son una buena fuente de hidratos de carbono. Aportan mucha energía al organismo y son un alimento ideal para aguantar viajes largos, para la práctica deportiva o para sobrellevar mejor los trabajos de mucho desgaste físico.
También posee un suave efecto laxante por su contenido en fibra, por lo que ayuda a regular el tránsito intestinal y a prevenir el estreñimiento.
Una de las bondades más características de este fruto es su contenido en betacarotenos y luteína, ambos son pigmentos naturales que cuidan la salud de la vista y previenen enfermedades degenerativas de los ojos como las cataratas. De su valor mineral, destaca el potasio, que en sinergia con la niacina (vitamina B3), favorece el buen funcionamiento nervioso y muscular, promoviendo una buena coordinación psicomotora.
Composición nutricional
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